El concepto de kaizen se forma a partir de dos ideogramas japoneses: kai (que puede traducirse como “cambio” ) y zen (“beneficioso” ). Se trata de una noción utilizada en el ámbito corporativo que alude a un proceso de mejora continua a partir de acciones concretas.

El kaizen aparece como un método de gestión que involucra a la totalidad de los integrantes de una organización, desde los trabajadores de menor jerarquía hasta los directivos. Esta herramienta apunta a optimizar la competitividad y la productividad de la empresa mediante pequeños pasos.
La filosofía del método kaizen se basa en el trabajo en equipo y en los cambios inmediatos . Los diversos estamentos de la entidad deben estar alineados detrás del mismo objetivo y tienen que estar dispuestos a establecer las modificaciones en el momento, ya que son acciones simples, concretas y poco costosas.
Es importante subrayar que el kaizen considera al tiempo como un recurso estratégico y escaso que no debe desperdiciarse. Este recurso es valioso para todas las empresas, más allá de su tamaño. Por eso, para un proceso de mejora continua, es esencial controlar el tiempo con precisión para sacarle el máximo provecho posible.
Para plasmar los principios del kaizen, es imprescindible desarrollar la capacidad de análisis, fomentar la motivación y evaluar el resultado de las decisiones. La idea es que el kaizen se convierta en una filosofía de trabajo e incluso de vida adoptada por todos los miembros que integran la estructura.
Con el kaizen, en definitiva, la ejecución continua y sistemática de mejoras ayuda a eliminar los defectos y las falencias. La premisa es que, cuanto más sencillo y simple, mejor.